martes, 28 de mayo de 2013

EL GRAN PIOJANO



EL GRAN PIOJANO

Erase una vez ,que se era, un cuento que pica mas que un picapica y es que en la cabeza de Miguel había mas vida de la que el creía, En el colegio ya habían avisado de la epidemia que cada año visitaba la clase de miguel y de los demás niños, pero, Miguel que es un gran amante de los animales tiro su carta antes de dársela a su mama, tenia un plan, y una vulgar carta no podía fastidiarle los planes que durante todo el invierno había estudiado muy detenidamente.
Un día , después de que su madre hubiera conseguido deshacerse de todos los pipis que habia en su cabeza, Miguel se sentía muy triste, para él esos animalitos que vivían entre su cuero cabelludo eran seres vivos y animales que no tenían porque morir en esas circunstancias tan catastróficas a si que se le ocurrió una idea, en la próxima plaga que tuviera su colegio él seria el salvador de la especie parasita ¿Cómo iba a hacerlo? Pues bien…Miguel construyo una maquina para poder comunicarse con ellos y entenderles, sus preocupaciones, sus miedos y poder crear un buen ambiente para poder vivir juntos durante el tiempo necesario sin ser perjudicial para Miguel y sin que los piojos tuvieran que morir.
El aparato era un éxito, lo había probado con otros parásitos, como las pulgas y para su sorpresa, estas, eran maleducadas, groseras y no podía mantener una conversación con ellas sin que le faltaran al respecto a si que se rindió con miedo a que los piojos que habitarían en su cabeza fueran igual de maleducados. Un poco triste angustiado y con muchas dudas los días pasaban y Miguel se miraba la cabeza sin parar…se rascaba para llamar al picor y nada los días pasaban sin que llegara esa maldita carta hasta que ese día…por fin llego. Miguel corrió a su casa para mirarse con un espejo de mano, que había encontrado meses atrás en el baño de sus padres y hay estaban esos pequeños bichitos que correteaban  entre su pelo moreno, Miguel nervioso llegó a contarse, por ahora, un par de ellos ,a si que tiernamente imagino a mama y papa. Decidido cogió su aparato y lo conecto a su cabeza, al principio solo escuchaba ruidos y ruidos extraños y gruñidos como de dos animalitos regañándose ,uno al otro, cuando las ganas de abandonar su proyecto estaban apunto de hacerle quitarse el aparato de la cabeza, una voz femenina dijo “ ¿ crees que aquí nuestras liendres vivirán a gusto?” Miguel pego un salto y se puso una pajita en la boca y empezó a hablar por ella, al principio no le salía mas que unos saludos breves y nerviosos pero después algo le contesto:
-         Hola – dijo una voz masculina – ¿de donde viene esa voz de niño?
-         Soy Miguel el dueño de vuestra nueva casa- dijo el niño alucinado por lo que habia creado.
-         Hola miguel ¿vas a matarnos?-pregunto la voz femenina.
-         ¡No! He creado este aparato para poder conseguir que viváis sin hacerme mucho daño.- dijo miguel con una voz muy dulce.
-         ¿y como podemos hacerlo?- dijo la voz masculina con gran interes.
-         Debemos ponernos de acuerdo para que ninguno salga perjudicado- propuso miguel con un papel blanco en la mano y se puso a leer- por eso he confeccionado una serie de normas que debéis cumplir:

-         SOLO PUEDE HACER COMO MAXIMO 10 ANIMALITOS  A LA TEMPORADA HABITANDO MI CABEZA.

-         DURANTE LA INSPECCIÓN DE MI MADRE PERMANECEREIS TODOS EN LA CABEZA DE LA MUÑECA DE MI HERMANA LAURA.

-         DEBEREIS APRENDER A COMER SANGRE ARTIFICIAL QUE YO MISMO OS SERVIRE MIENTRAS ESTAIS EN LA MUÑECA.

-         LA CABEZA DE MI HERMANA NO SE HABITARA A NO SER QUE YO OS DE PERMISO PARA HACERLE UN POCO SUFRIR.

-         EN LA EPOCA DE INVIERNO VOLVEREIS A SER LIENDRES Y VIVIEREIS EN UN GORRO DE LANA QUE YO ME PONDRE PARA QUE NO OS FALTE ALIMENTO ALGUNO. A LA LLEGADA DE LA PROXIMA CARTA VOLVEREIS A MI Y TODO VOLVERA A EMPEZAR.

-¿Ha quedado claro?- pregunto miguel con un tono tajante.
- Me parece un buen trato mis 8 hijos mi mujer y yo te lo agradecemos mucho – dijo la voz masculina.
- Gracias por cuidarnos tanto Miguel- dijo la voz de la madre.
De repente se empezaron a escuchar niños gritando y riendo, miguel no pudo contener la alegría que sentía al darse cuenta que había salvado la vida a una familia de bichitos  y mientras tiraba el bote de vinagre donde su madre no pudiera encontrarlo, pensó en las injusticias que viven hoy en día esas personas a las que están dejando sin hogar. Triste pero con ganas de cambiar las cosas pensó que igual que él se había dado cuenta, los humanos empezarían a investigar un mundo en el que el ponerse de acuerdo, diera  la felicidad general.

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